Capítulo 8: La era digital
El mundo de los libros electrónicos es algo que no ha dejado de crecer en la época reciente; la llegada de Amazon y Jeff Bezos a la industria literaria cambió al negocio por completo. No podría generalizar si esto fue un cambio bueno o malo, lo que sí puedo decir es que abrió un mundo completamente nuevo, con ciertas oportunidades para los que antes no las tenían. El primer gran cambio, y quizás el aspecto que menos me gusta, es la inmaterialidad del libro electrónico. Siempre he pensado que la esencia de los libros físicos reside en la posibilidad de entrar en contacto con las páginas, con la portada, quizás hasta un poco con las palabras. Bhaskar menciona que la desmaterialización del contenido ha provocado que los lectores quieran pagar menos por los libros digitales al no contar con el elemento físico, desconociendo que los costos de impresión solo representan un pequeño porcentaje dentro dentro del precio de venta al público.
La popularidad del mundo editorial digital es una realidad inevitable; como se menciona en el texto, será fundamental para la literatura en nuestro siglo, pero a mi parecer hay ciertos aspectos que son menospreciados en esta nueva era. El autor menciona que en internet todos pueden ser editores, y esto me parece incorrecto. Claro que hoy cualquiera puede fingir ser editor pero, como ya mencioné en otra publicación, no todos tienen lo que se necesita para realizar un buen trabajo. La calidad se deja de cuestionar, y a pesar de que algunos de ellos sí pueden tener lo que se necesita, internet está lleno de estafadores que buscan participar en el mercado sin tener participación alguna. La facilidad con la que se pueden vender libros en librerías digitales también provocará el cambio del mercado, y poco a poco hasta los que se rehúsan terminarán entrando a esto.
Será necesario seguir analizando cómo evoluciona este negocio; seguramente surgirán nuevos formatos para los libros que poco a poco se irán alejando de la esencia original, desde figuras en 3-D, hasta efectos de sonido, es difícil intentar adivinar qué vendrá. Como lectores y como participantes de la industria, únicamente nos queda adaptarnos a lo que venga y continuar realizando propuestas que tengan valor real para los lectores. A final de cuentas todos los cambios que se hagan deberán tener un mismo objetivo: beneficiar a la industria.
